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Skeete Kshamata, de 49 años, sufrió un infarto mientras iniciaba el descenso.
El Aconcagua (6.962 metros sobre el nivel del mar) vive una temporada trágica, con dificultad para acceder a la cumbre más alta de Ámerica y varias muertes de andinistas.
El lunes en la noche, falleció una andinista de nacionalidad estadounidense cuando iniciaba el descenso, después de haber logrado la cumbre del Aconcagua. La víctima fue identificada como Skeete Kshamata, de 49 años.
De acuerdo con la información del Ministerio de Seguridad de Mendoza, la muerte de la deportista fue comunicado anoche a las 23.45 por el guía, Gabriel Fraccia, que acompañaba a la escaladora extranjera en su ascenso a la cumbre.
El guia informó a Guardaparques que, en la zona de Piedras Blancas, a 6.060 metros de altura sobre el nivel del mar, la mujer sufrió un infarto. El instructor comenzó hacer RCP y tras 30 minutos de maniobras, no respondió.
El médico del equipo profesional que comanda las emergencias en la base de Plaza de Mulas, Bruno Cauda, constató que la mujer ya no tenía signos vitales y constató su muerte.
La descompensación ocurrió en el primer tramo de descenso, zona de Piedras Blancas, a menos de mil metros de la cumbre, cuando la andinista estadounidense no pudo seguir y no reaccionaba al llamado de su guia.
Skeete Kshamata tenía un doctorado en Medicina y era especialista en ortopedia de manos y medicina del deporte, y desarrollaba funciones en CaroMonth Health y en Carolina Orthopedic & Sports Medicine Center, en Carolina del Norte, Estados Unidos, se informó oficialmente.
Se trata de la cuarta víctima en el último mes. El jueves de la semana pasada, una andinista rumana, Mihaela Gabi Ianosi, de 56 años, murió luego de desvanecerse tras hacer cumbre en el cerro Aconcagua.
Las otras dos víctimas de la temporada también eran extranjeros. El 30 de diciembre, murió Raúl Alexander Tartera, un andinista estadounidense, de 30 años. Y el 3 de enero ocurrió la segunda muerte de la temporada: el ruso Minaev Andrei, de 33 años, que fue encontrado muerto dentro de su carpa en Plaza de Mulas.
Alcanzar la cima esta semana representa un verdadero desafío. La cumbre más alta de América está ante una de las contingencias climáticas más difíciles de las últimas décadas de escalada.
En la actual temporada, que arrancó la primera semana de noviembre y culmina la primera de marzo, fueron muy pocos los andinistas que lograron llegar a la cumbre, menos de 100.
Solo en enero, hubo 10 días de temporal. Y el pronóstico extendido muestra temperaturas muy bajas, días nublados y con fuertes vientos.
“Son días de condiciones extremas, con temperaturas de hasta 30 grados bajo cero y vientos que alcanzan los 100 kilómetros por hora”, explicó Sebastián Melchor, responsable del Parque Provincial Aconcagua, en Mendoza.
D.D.
