El chico se quedó dormido en la sala de embarque y la coordinadora no lo notó. El reclamo de su familia.
Lautaro, egresado de una escuela secundaria de Mar del Plata, se durmió en el aeropuerto de Bariloche a la espera del vuelo de regreso; la coordinadora de su viaje, un periplo de excursiones, esquí y noches de boliche que duró diez días, también: se olvidó al estudiante en la sala de embarque.
La primera noticia sobre el olvido del menor la dio el lunes una prima suya a través de Twitter: “Los de Max Dream se lo olvidaron a mi primo en el aeropuerto, jajajaja“, e ilustró el mensaje con una captura de pantalla de un chat familiar.
“Qué desastre, yo la mato a la coordinadora”, escribió la mamá de la joven. A esa altura, Lautaro todavía estaba en el Sur. Sus compañeros ya habían llegado al Aeroparque metropolitano, donde embarcaron en otro vuelo que los trajo a Mar del Plata.
Los familiares del chico, según ellos mismos contaron en medios locales, no recibieron comunicación alguna por parte de la empresa: “No encontramos a nadie que nos dijera nada, que nos diera tranquilidad sobre cómo estaba el nene”, contó Carolina, tía del estudiante: “Todo lo tuvimos que averiguar por nuestros propios medios, nos dejaron a la deriva”.
Su prima, desde el usuario @avrulara_, terminó de narrar la historia: “Estaban casi todos dormidos esperando abordar porque viajaron post boliche, los amigos lo llamaron por teléfono para avisarle que se apure y cuando él se despierta para ir le habían cerrado la puerta“.
“Lo subieron a un avión y ahora en Buenos Aires lo llevaron a Retiro para luego tomarse un micro a Mar del Plata”. Horas después, publicó que su primo ya había llegado a la ciudad.
Emiliano, el padre del egresado, contó en el programa “Nosotros a la Mañana” que su hijo de había quedado dormido y que la coordinadora no notó su ausencia. “Se dio cuenta cuando estaban llegando a Buenos Aires que faltaba mi hijo”, dijo.
“Él se despertó y se dio cuenta de que se habían ido todos y buscó a un representante de la empresa que lo llevó de nuevo al hotel, le dieron de comer y le consiguieron un pasaje en micro para traerlo de vuelta” agregó.
Sin éxito, Clarín intentó comunicarse con la empresa en Mar del Plata. Los papás de Lautaro tampoco obtuvieron respuesta: “Ningún encargado me llamó ni dio la cara”, dijo Emiliano, que no descartó “iniciar acciones legales contra la empresa”.
