Un terremoto de magnitud 6,2 sacudió este jueves las aguas del archipiélago de Tonga, en el Pacífico Sur, sin que inicialmente se hayan informado daños o emitido ninguna alerta por tsunami. La posibilidad de un nuevo temblor como el que se vivió el 15 de enero, que generó un tsunami con olas de más de 15 metros, mantiene en alerta a los habitantes de las islas.

El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, sigla en inglés), que registra la actividad sísmica en todo el mundo, localizó el temblor a una profundidad de 14 kilómetros bajo el lecho marino.

La sacudida se registró a 219 kilómetros al oeste de la ciudad de Pangai, en las islas Ha’apai, y a 250 kilómetros al noroeste de Nuku’alufa, la capital de Tonga.

El Centro de Alertas por Tsunami del Pacífico no emitió alarma alguna por riesgo de ola gigante.

Tonga se encuentran en el llamado Cinturón de Fuego del Pacífico, una de las zonas del planeta con mayor actividad sísmica y donde se producen a diario temblores de diferente intensidad.

El 15 de enero, la violenta erupción del volcán Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai provocó un tsunami, con olas de hasta 15 metros, que arrasó la nación insular y causó la muerte de al menos tres personas.

Tras varios días incomunicada con el exterior, la ayuda humanitaria, principalmente en aviones y barcos procedentes de Australia Y Nueva Zelanda, comenzó a llegar a Tonga, donde preocupa la posible contaminación de los acuíferos y las comunicaciones aún se encuentran interrumpidas.