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Sociedad

Salamines con alarma y uso de inteligencia artificial: así combaten los robos en los súper

Cada vez son más los productos de las góndolas a los que les colocan un dispositivo de seguridad anti hurtos. Y en una cadena ya están probando un sistema inédito.

“Las alarmas no son por ‘alguien que roba pan para comer‘. Son por bandas organizadas de tres, cuatro, cinco integrantes, que te vacían la góndola de productos y alimentos que revenden al 50%. Se llevan $ 150.000, $ 200.000 entre la ropa en una visita al supermercado”, dicen a Clarín desde una de las cadenas más grandes del país.

El pitido de este tema se escuchó fuerte desde el tuit de la periodista Eleonora Cole, que subió la foto de un embutido con un dispositivo en forma de anillo y dijo que no deja de sorprenderle “que tengan que ponerle alarma a un salamín”.

En los últimos años creció el número de productos no comestibles pero también de alimentos a los que hubo que ponerle algún tipo de traba que evite que se los guarden antes de que pasen por el escáner en la línea de cajas.

Entonces, de un salamín “con tobillera electrónica”, como ironizaban en Twitter, los supermercados están siendo cada vez más “duros” en su blindaje anti hurto.

Según confirmaron a Clarín desde esa cadena, están por hacer una prueba con inteligencia artificial (IA) para que un programa vinculado al sistema de cámaras detecte movimientos sospechosos en las góndolas.

Productos con alarma en un  supermercado de Barracas. Foto: Maxi FaillaProductos con alarma en un supermercado de Barracas. Foto: Maxi Failla

Esto no va ser en un futuro lejano.

Esa firma ya activó un piloto con IA en una sucursal de Quilmes. Es para evitar el robo de los changuitos. Es que los nuevos, de plástico, no están suficientemente protegidos por las alarmas que les engancharon.

¿Cuántos más productos tienen que estar tan custodiados? ¿Qué tipo de alimentos? ¿Cuál es el criterio que define cuáles deben tener alarma?

“No tenemos cuantificado el aumento de productos con alarma. Lo segmentamos por categorías: encontrás más alarmas en textil, perfumería y tecnología. En alimentos, el clásico es el queso rallado, pero también tenemos en chocolates importados y golosinas”, sigue la misma fuente.

Los bronceadores, las cremas, los preservativos, las gilletes, los perfumes eau de toilette, los esmaltes y el shampoo sólido están en cajitas de acrílico anti hurto. Lo mismo pasa en una góndola bien alejada, con las pilas y el adhesivo universal en pomo.

Los productos más caros suelen tener medidas de seguridad. Foto: Maxi FaillaLos productos más caros suelen tener medidas de seguridad. Foto: Maxi Failla

Otra “perlita” insospechada: los guantes de limpieza, satinados o ultra resistentes (desde $ 653), que también tienen que estar en cajita.

El queso rallado, que por su costo ahora viene en presentaciones más chicas sin alarma, de 35 gramos ($ 268), si es de 130 o 190 gr (desde $1.195) pasan a tenerla. Antes era una cajita pero ahora, en general, es un accesorio con clavo que se coloca en el sellado superior del paquete.

Entre los chocolates, el más “atesorado” es el Ferrero Rocher. Según las unidades, viene en caja propia (transparente o dorada de cartón), así que tiene alarma autoadhesiva.

Todos los vinos y espumantes están en las góndolas y libres de sensores. Como las cervezas. Pero el fernet tiene alarma en varias sucursales y las bebidas importadas de mayor costo –del whisky para abajo– en algunos hipermercados directamente están en vitrinas bajo llave frente a la fila única para pagar.

El salamín no se vende con la alarma del tuit en todos los supermercados ni en todas las sucursales. Pero otro alimento cotidiano que también sigue sorprendiendo por sus medidas de seguridad es el lomo de atún en aceite La Campagnola, a $ 1.070, que está “custodiado” por una cajita cilíndrica anti hurto.

En la góndola de los importados, un nuevo producto con alarma es el aceite de dende de Cepera, que es muy “robable”, por su botellita de 100 ml y costo gourmet: $3.275. Lo mismo pasa con las salsas picantes (desde $ 4.200 los 120 ml), desafortunadamente aptas para entrar en los bolsillos. Pero también la tienen aceites de oliva en botellas de vidrio de 500 ml, desde $ 8.800, y las de 750 ml, de origen italiano, a $ 16.671.

Cajitas de seguridad para algunos productos de cosmética. Foto: Maxi FaillaCajitas de seguridad para algunos productos de cosmética. Foto: Maxi Failla

¿Entre comestibles y bebidas, qué define que tenga alarma o no? “Más que a partir de tal precio alto en sí, se decide según qué alimentos son fáciles de revender después. Vas viendo dónde ‘te van bajando la góndola’, sin pagar”, sigue la misma fuente.

Además de las alarmas rígidas -las típicas de la ropa, de doble carcasa-, de las tiras plásticas adhesivas y las cajitas de acrílico, están las alarmas que son calcomanías. Todos estos dispositivos (pueden ser de radiofrecuencia, acustomagnético o electromagnético) emiten una señal a antenas y arcos anti hurtos.

El famoso “pitido” algunas veces suena por error, porque en caja no se quitó la alarma rígida o no se desactivó otra seguridad. Si el personal de seguridad se acerca, todo se resuelve al mostrar el ticket de compra donde esté el producto que lo hizo sonar.

Además de todas las variables sujetas o pegadas a cada producto, no hay que olvidar la ayuda clave para, si es necesario, chequear que se haya tratado de un hurto y no de una “confusión”, como muchos mecheros alegan: los sistemas de cámaras de video vigilancia CCTV (o “de circuito cerrado”).

Desde esa cadena indican que “se mantiene estable el margen de robos”, que no hubo un aumento, que en muchas sucursales ya están identificadas varios mecheros y que lograron que algunos casos de hurtos lleguen a la Justicia.

En otra cadena de supermercados responden a Clarín que “por tener más de 50.000 productos”, tampoco pueden precisar cuántos más alimentos tienen alarma. “Pero ya son muchísimos”, remarcan.

En esos supermercados identifican a las cremas antiage como “quizá el producto de alto costo más robado” pero cuentan que, por ejemplo, si les ponen alarma a las cajas de hamburguesa, “no sirve, porque te abren la caja y se llevan las hamburguesas”.

Coinciden con la competencia en que “pasa que también hay consumo en el lugar, que está totalmente prohibido, y no pagan por lo que comen o toman”, pero que “ese problema no aumentó en los últimos años”.

De cara al pasado, el producto más robado antes eran los Hot Wheels. “En ese momento eran esos autitos de juguete, que son chiquitos, era muy claro que se llevaban eso. Ahora se roban más productos y alimentos, entonces es difícil detectar cuál en particular”.

En la gama de alimentos, sumaron alarmas en los fiambres. “No en el salamín. En los feteados. En el jamón, el queso”, cierran.

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