Logró reducir pasivos que tenía con la municipalidad de Sunchales por más de $9,5 millones. Además, el fondo BAF Capital, dueño de la unidad de postres y yogures, comenzó a negociar un trato.
En tanto, también avanza el proyecto para recuperar su negocio de postres y yogures que le vendieron tiempo atrás a Vicentin, en asociación con el fondo de inversión BAF. En la práctica, es el propio fondo de inversión el que está interesado en que SanCor retome el poder de este segmento de negocios, porque de esta manera lograría reducir costos logísticos y accedería a una mejor posición a la hora de originar leche cruda.
Otra cuestión a tener en cuenta es que el fondo de inversión, comandado por Jorge Frávega, se encuentra en este momento altamente expuesto en diversos negocios locales en los que invirtió y hoy están con una compleja situación financiera, dos de ellos son la agroexportadora en concurso de acreedores Vicentin y el Molino Cañuelas, otra compañía que acumula deudas en el mercado local por más de $23.000 millones.
A su vez, BAF Capital también es acreedor de SanCor, por lo que, al regresarle el manejo del negocio de productos frescos a la cooperativa láctea, también lograría una mejor posición al momento de capitalizar su deuda cuando quede conformado el fideicomiso.
Lo cierto es que SanCor tiene mucho terreno por recuperar, según el último informe del Observatorio de la Cadena Láctea (Ocla), en los últimos doce meses cayó del puesto 4 al 12 en el ranking de procesamiento diario de leche. El peor momento para la firma fue entre fines del año pasado y comienzos de este 2020 cuando apenas llegó a procesar poco más de 350.000 litros diarios, hoy está en alrededor de 650.000 y el plan es llegar a más de 800.000 en los próximos meses.
En tanto, suena cada vez con más fuerza que una vez que el fideicomiso en el que está trabajando el equipo de legal de SanCor esté totalmente constituido y logre a la par recuperar el negocio de postres y yogures -que incluye dos plantas de procesamiento y un centro de distribución-, llegarían además fondos frescos de la mano de la cooperativa SanCor seguros, algo así como su “primo” dentro del mundo del cooperativismo.
En una segunda etapa también saldrían a buscar créditos convenientes en la banca pública.
Por lo pronto, y producto de la pandemia, desde la empresa láctea descartan que ese futuro promisorio no se haría realidad antes de fin de año. Mientras tanto, se esperanzan con el retorno a la senda de crecimiento luego de la debacle y el desguace de su enorme estructura productiva que llegó a tener bajo su órbita 17 plantas procesadoras y más de 5.000 empleados.