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La protesta terminó de manera violenta.
Al grito de “¡Resistencia!”, un grupo de manifestantes franceses llevó a una protesta en Quimper, Bretaña, una antigua catapulta. El video del momento se hizo viral.
Fue el sábado, cuando cerca de mil personas pidieron en las calles la vuelta a la normalidad del hospital Carhaix, que funciona con horarios restrictivos. Específicamente, su objetivo era lograr un cambio en el funcionamiento nocturno de la sala de emergencias.
Pero la tensión se diluyó cuando se acercó la policía. La protesta, que en un comienzo era pacífica, terminó a pura violencia.
El lamentable hecho que desencadenó la ira de los manifestantes fue la muerte de una niña de seis meses que padecía dificultades respiratorias. Los habitantes afirman que no pudo ser atendida en el sector de urgencias del Carhaix por no estar en condiciones.
El hospital, por su parte, se defendió afirmando que la muerte no tuvo nada que ver con la sala de urgencias.
La furia también está relacionada con la desidia del gobierno de Finisterre, departamento en donde se halla ubicado el hospital.
El alcalde de Carhaix, Christian Troadec, dijo estar muy decepcionado por la falta de una fecha para el regreso a la normalidad.
🚨FLASH : La manifestation pour la défense de l'hôpital de Carhaix se tend. Des manifestants et élus en tête tentent de forcer le cordon de gendarmerie. @Brevesdepresse #FlambeeDesColeres #TPMP @J_Rodrigues_Off #GiletJaunes #14Octobre #NUPES pic.twitter.com/iYLKLzI1u3
— 🚨DIRECT DÉBAT 🚨 (@DebruyneJulien2) September 30, 2023
Por su parte, el prefecto Alain Espinasse explicó que la regulación de urgencias en el hospital en horario nocturno se debe a la falta de médico.
Fuga de película
En la madrugada del lunes, dos menores de 17 años huyeron de un centro penitenciario en Francia serrando sus barrotes y usando sábanas entrelazadas, indicaron varias fuentes.
Ambos jóvenes, en detención preventiva por violación y asesinato respectivamente, usaron hojas de sierra, indicó una fuente próxima al caso, precisando que ambos estaban en celdas contiguas.
Los fugados serraron sus barrotes y “trenzaron sus sábanas para subir al tejado y bajar por el otro lado”, según una fuente del sindicato Ufap. “Un vehículo les esperaba en el exterior”, agregó.
Según esta fuente, “las cámaras de videovigilancia captaron la matrícula del vehículo y estos pusieron rumbo a Bélgica”, a menos de dos kilómetros del centro.
“Constatamos hace un año que los jóvenes podían intentar cortar los barrotes con los tenedores y los cuchillos con los que comían”, dijo a AFP Guy Ryckewaert, del sindicato Ufap-Unsa.
Para la central sindical FO Justice, estas fugas son el resultado de un “cóctel explosivo” de “falta de personal”, “exceso de trabajo” de los agentes y presencia de “presos inadecuados en este centro”.
