El caso de Anna “Delvey” Sorokin inspiró la serie de Netflix “Inventando a Anna”.
La estafadora Anna “Delvey” Sorokin fue liberada en las últimas horas de un centro de detención del norte del estado de Nueva York y deportada de los Estados Unidos después de casi un año bajo la custodia del ICE, dijo una fuente en exclusiva a The Post.
Al parecer, se embarcó en un vuelo a Frankfurt el lunes por la noche, revelaron las fuentes.
Sorokin, de 31 años, está furiosa por la deportación, según una fuente cercana, ya que había presentado un recurso para permanecer en Estados Unidos. La apelación debía ser tratada el 19 de abril.
Se encontraba en el centro penitenciario del condado de Orange, en Goshen (Nueva York), desde el 25 de marzo de e 2021 por haber sobrepasado la duración de su visado.
El mes pasado, Sorokin -cuya vida y delitos se vieron reflejados en el éxito de Netflix “Inventando a Anna”– y otros tres detenidos por el ICE demandaron a las autoridades federales de inmigración tras contraer el virus COVID-19 mientras estaban detenidos.
Sorokin dio positivo en la prueba de coronavirus 19 de enero, semanas después de que presentara una solicitud por escrito para recibir una dosis de vacuna de seguimiento que no fue respondida, según la demanda presentada en un tribunal federal por la ACLU.
Sorokin llegó a la ciudad de Nueva York en 2013 para montar un club artístico de alta gama solo para miembros, según su antiguo abogado defensor Todd Spodek, pero las cosas se salieron de control.
Afirmó ser una heredera llamada Anna Delvey. En realidad, Anna Sorokin nació en Domodedovo, una ciudad de clase trabajadora al sureste de Moscú. Su padre, Vadim Sorokin, trabajaba como camionero, mientras que su madre era propietaria de una pequeña tienda. La familia se trasladó a Alemania en 2007, cuando Sorokin tenía 16 años.
El mejor amigo de Sorokin, Neffatari Davis, dijo al Post que la estafadora “tiene un buen corazón, pero una mente oscura y retorcida”.
Estafó a nuevos amigos y a varios negocios, incluidos algunos de los principales hoteles de Nueva York, por valor de 275.000 dólares durante una fiesta de 10 meses.
Un jurado de Manhattan la condenó por un cargo de intento de hurto mayor, tres cargos de hurto mayor y cuatro cargos de robo de servicios.
Pasó casi cuatro años en prisión antes de ser liberada por buena conducta el 11 de febrero de 2021.
En su regreso a la vida social de Nueva York, Sorokin presumió en Instagram en marzo: “Ya les dije que soy la dueña de esta puta ciudad sin ley”. En su cuenta también aparecían fotos de ella tomando champán en una bañera y viviendo a lo grande.
“Anna sólo estuvo libre unas semanas antes de que migraciones la detuviera”, dijo Davis al Post el mes pasado. “Ella era muy sarcástica en Instagram (…) Creo que la estaban vigilando”.
“Le dijeron que su visado había expirado, pero, en lugar de ser deportada, Anna -siendo Anna- dijo: ‘Voy a luchar contra esto’. Pensó que sería una lucha rápida. Creo que si fuera una mujer no conocida y no estuviera en los medios de comunicación, la habrían deportado rápido”.
